3.000 socios, y 12.000 espectadores de una ciudad que contaba con 60.000 habitantes, iban a afrontar una categoría en la que habían pasado como un meteoro en la temporada 1963-64, y con un presupuesto de poco más de dos millones de pesetas. En el ámbito social y empresarial, en verano de 2014 el club rechazó, por deseo expreso de Peter Lim, una oferta de patrocinio de la empresa Turkish Airlines al considerarla excesivamente vinculante (cinco temporadas) y sin llegar a las expectativas económicas que el nuevo propietario tenía para la camiseta valencianista, por lo que el equipo no lució ninguna publicidad en sus camisetas esta primera temporada en espera de clasificar para la UEFA Champions League y conseguir así una mejor propuesta.