Se había conseguido atraer a nuevos aficionados, económicamente se empezaba a mejorar, y deportivamente era un bloque de jugadores que podrían desempeñar un buen papel en Segunda B. 12.000 personas volverían a llenar el templo granate, dispuestos a vibrar con su equipo como hacía años que no sucedía. ↑ «El Valencia CF expulsa de Mestalla al menor que lanzó la botella contra el FC Barcelona».