En los últimos años, el equipo nacional femenino jugó la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos, aumentando su popularidad en las retransmisiones televisivas en esos torneos, pero no fue suficiente para estimular el fútbol femenino entre las mujeres, que siguen prefiriendo el fútbol masculino. Salvo declaró estar barajando dimisión desde mayo debido a una grave enfermedad de su padre, y pensó que el mejor momento era en verano y no en medio de una temporada (ya que su contrato de un año finalizaba en diciembre).